El tubo de escape o silenciador es un elemento del vehículo que tiene una vida útil limitada y que normalmente es necesario sustituir como mínimo una vez, si no más, durante toda la trayectoria de uso de un automóvil. La recomendación general es reemplazar el tubo de escape cada aproximadamente 80.000 kilómetros, lo que significa aproximadamente cada cuatro años a una media estimada de 20.000 kilómetros al año. Sin embargo, al ser una proyección a largo plazo, la sustitución puede adelantarse o retrasarse en función de muchos factores. ¿Cuáles son esos factores? ¿Qué síntomas indican que es necesario sustituir el tubo de escape? De todo ello hablaremos en esta entrada del blog de Reynasa.
Más allá de la decisión de cambiar el silenciador por una cuestión estética –el conocido tunning-, hay factores que incrementan las posibilidades de tener que sustituirlo antes de lo que recomiendan los fabricantes. El primer motivo es que el vehículo permanezca sin moverse durante semanas o meses, en cuyo caso la humedad acumulada en el mismo provocará una corrosión difícil de superar. Y otro factor que reducirá notablemente la vida útil del tubo de escape es realizar trayectos cortos con el coche de forma habitual. Ya se sabe que este tipo de viajes dañan la mecánica mucho más que cuando se hacen recorridos largos por carretera. Y uno de los elementos más afectados es el tubo de escape. ¿El motivo? Que no se evapora el agua acumulada en los viajes cortos, lo que igualmente provocará corrosión en el componente, sin duda su mayor enemigo.
Entre las funciones del tubo de escape está la de reducir el ruido del vehículo, la velocidad de salida de los gases y emisiones a la atmósfera, así como contribuir a la mejora del rendimiento global del motor. De ahí que cualquier alteración de los parámetros normales en estos aspectos sea ya de por sí un síntoma de que algo en el tubo de escape no funciona como debería. Claro está que saber si se están expulsando más emisiones contaminantes de lo normal es muy difícil de detectar, a no ser que se tenga que pasar la ITV. Pero si se escuchan golpeteos metálicos como si procedieran del suelo es un síntoma inequívoco de que se están desoldando piezas del tubo de escape, por lo que habrá que sustituirlo cuanto antes. De lo contrario, el ruido será cada vez mayor y más estridente, disparando también el consumo de combustible.
La sustitución del silenciador es una de las averías más costosas de cuantas se pueden hacer el taller. En primer lugar, porque el sistema se compone de múltiples piezas (colector, catalizador, silenciador o tubo de escape), cuyo montaje requiere de varias horas de mano de obra, más allá del coste de los componentes. Requiere, por supuesto, de subir el coche al elevador y el mecánico tendrá que quitar primero el silenciador y desmontar todo el sistema, para después instalar todos los elementos, teniendo cuidado de que se encuentren alineados, antes de encender el motor para comprobar que no haya ningún tipo de fuga.
*Desde Reynasa informamos que no podemos dar un diagnóstico para una reparación.
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2 comentarios. Dejar nuevo
Cambie el escape y solo duro 7 meses ??? Que podría ser….viajo a diario 8 km ?????? Que me recomiendan
Hola Gerardo,
Respecto a la consultas que comentas, nuestra recomendación es que lo veas con un taller mecánico para que pueda realizar una revisión visual de forma que te que pueda decir el motivo.
Gracias,
Un saludo.