En la revisión de los neumáticos, suele atenderse básicamente a la profundidad del dibujo, que tiene que ser como mínimo de 1,6 milímetros de profundidad y de que la cubierta no tenga abolladuras, cortes y cualquier otra irregularidad que pueda hacer peligrar la seguridad en la conducción. Sin embargo, hay unos elementos que suelen pasar desapercibidos, pero que tienen más importancia de la que a priori podría parecer. Hablamos de las válvulas de los neumáticos. ¿Sabes qué función tienen? De ello hablaremos en la entrada de hoy del blog de Reynasa.
Las válvulas de los neumáticos son esos pequeños elementos que se encuentran en el interior de las cubiertas y que sirven para asegurar la hermeticidad de las ruedas al contener la presión de aire en la unión del neumático con la llanta. Por este motivo, son un elemento fundamental en la duración de los neumáticos, para prolongar su vida útil y en la seguridad durante la conducción en general. Se identifican fácilmente porque tienen un tapón, pero este no es más que una segunda protección de la válvula, pese a que en caso de fugas importantes puede contener el aire de forma vital hasta que se pueda proceder a la reparación o sustitución del neumático. Y decimos que en principio no haría falta porque la propia presión que ejerce el aire en el interior sella herméticamente el conducto de inflado, impidiendo a priori cualquier fuga.
Sin embargo, es habitual que los neumáticos con el uso vayan perdiendo presión, motivo por el cual hay que vigilar este parámetro con frecuencia y especialmente a la hora de emprender viajes largos. Hay que tener en cuenta que las válvulas sufren un esfuerzo importante durante su vida útil. Se estima que un neumático básico de medida estándar tipo 195/70 R14 soporta una presión de 1,7 kilogramos cuando circula a una velocidad de 100 km/h. A mayor velocidad o con neumáticos de mayores dimensiones, el peso soportado es aún mayor.
En el momento en que la válvula tenga algún defecto o no estén bien selladas, la presión de los neumáticos bajará ostensiblemente. Y el síntoma más inequívoco es volver a inflar las ruedas y que en poco tiempo vuelvan a tener las presiones bajas. En ese caso, habrá que acudir a un taller de confianza para ver cuál es el problema y poner solución, ya que los neumáticos son el único elemento en contacto con el suelo, por lo que su importancia es vital para la seguridad al volante.
C/ Ávila, 24 E 28804
Alcalá de Henares, Madrid
T+ 918 300 300
F+ 918 823 485
info@reynasa.com
www.reynasa.es