Con la llegada del invierno, el mantenimiento de determinados componentes del vehículo se antoja aún más imprescindible en aquellos que tienen el frío y las bajas temperaturas como principales enemigo. Claro está, será un inconveniente que la calefacción no funcione correctamente o que tengamos problemas para despejar los cristales de vaho por el contraste entre la buena temperatura del interior y el frío del exterior. Pero aún más grave será si nos quedamos sin líquido refrigerante, que no hay que confundir con el líquido anticongelante. En realidad, aunque a veces se consideran sinónimos o se habla de ellos como si fueran lo mismo, el líquido anticongelante está incluido dentro del refrigerante.
Tan preocupante es que el motor se sobrecaliente en verano con las altas temperaturas, como que no funcione en el rango de temperatura correcto en invierno. Los motores de combustión tienen un rango de temperatura de funcionamiento constante y óptimo en torno a los 90ºC. Y aunque su nombre deje lugar a pocas dudas, su función es doble: por un lado, sirve para que el sistema no se congele a temperaturas excesivamente gélidas, pero tampoco debe evaporarse a temperaturas altas que alcanza el motor en su funcionamiento normal.
El líquido refrigerante debe estar siempre dentro de unos rangos de máximo y mínimo recomendados por el fabricante. No es usual que se pierda, pues está dentro del circuito de refrigeración especialmente protegido y muy estanco, por lo que solo si hay una fuga en el mismo se perderá líquido refrigerante. Sin embargo, que no sea frecuente, no quiere decir que haya que descuidar su revisión. Hay que controlar sus niveles como si del líquido de frenos o el aceite se tratara. De ahí que si se detecta una pérdida importante de líquido refrigerante en el sistema, haya que acudir de inmediato a un taller de confianza para revisar el circuito y rellenarlo. De lo contrario, la vida útil del motor podría verse seriamente reducida.
Por este motivo, el cambio de líquido refrigerante es uno de esos mantenimientos preventivos esenciales para cualquier vehículo. Los fabricantes aconsejan la renovación completa del líquido contenido en el circuito cada dos años. Y, para rellenarlo, conviene acudir al taller. No porque sea difícil, sino porque si nos equivocamos de tipología (hay orgánico e inorgánico), el problema será aún mayor para el motor. Además, el líquido refrigerante debe circular sin resistencia, para que también limpie el sistema. Y, como ya hemos dicho, contiene entre sus componentes un líquido anticongelante concentrado con aditivos que mejoran su fluidez y mantienen en perfectas condiciones el circuito. De no tener suficiente líquido refrigerante o que no esté en buenas condiciones, tampoco tendría suficiente líquido anticongelante y habría riesgo de que el sistema se congelara a bajas temperaturas, con el consiguiente riesgo de que el motor sufriera una avería muy grave.
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2 comentarios. Dejar nuevo
compré una honda shadow 600 y el que me la vendió hace 10 años qué no sabía que se le ponía agua. la moto arranca y camina puede estar una moto caminando 10 años sin agua ?? un saludo
Hola Francisco,
Puede que el depósito de expansión esté vacío, pero es muy probable que dentro del circuito si que haya líquido. Te recomendamos que lo pongas a nivel y otra recomendación es que sustituyas todo el anticongelante cada pocos años.
Gracias,
Un saludo.