Los cambios en los hábitos de movilidad o la incertidumbre en torno al sector de la automoción en general son realidades a las que los talleres están especialmente atentos, dado que pueden resultar decisivos en su futuro más cercano. La posventa vive una época de cambios a la que hay que adaptarse. Por eso, Conepa (Federación Española de Empresarios Profesionales de Automoción) ha realizado una encuesta entre empresas asociadas a sus 18 entidades miembros para determinar cuáles son las principales preocupaciones e inquietudes en torno al 2020.
Aunque los talleres califican la transformación tecnológica como “controlable” de momento, la inquietud está más a largo plazo, porque tendrán que adaptarse a las nuevas formas de movilidad o la reparación de los eléctricos que implicará, a priori, una caída en la facturación de los centros de reparación. Además, los cambios en la normativa respecto a al acceso a los datos e información técnica podrían generar barreras a la competencia del mercado, por lo que resulta preocupante para los empresarios de la reparación la posibilidad de no poder luchar en igualdad de condiciones respecto a los talleres marquistas.
Por supuesto, las diferentes tendencias en los hábitos de consumos son una inquietud en el sector, especialmente entre los talleres independientes. Y es que el renting o el carsharing tenderán a favorecer al taller del concesionario en detrimento de los anteriores, dado que las grandes flotas harán su mantenimiento y revisiones en los talleres oficiales. Otra preocupación que inquieta a los talleres tiene que ver con el aumento de la burocracia, puesto que cada vez hay más documentación que rellenar en el día a día de los profesionales del sector. Da igual el departamento del que se trate. Desde actualizar presupuestos a organizar agendad, llevar la contabilidad al día, pasando por el contacto con proveedores y hasta organización de documentos o tramitación de reclamaciones.
Las inspecciones ayudan a luchar contra la lacra de los talleres ilegales, qué duda cabe. Pero eso implica que los centros con el papeleo en regla tengan que dedicar más tiempo a estas visitas inesperadas, ya sean para controlar la prevención de riesgos laborales o las instalaciones eléctricas. Por último, otras dos inquietudes del sector tienen que ver con la falta de formación reglada y la carencia de personal cualificado, que además van relacionadas. Apenas hay desempleo, lo que es positivo, pero existe una falta de profesionales especializados por ejemplo en electromecánica. Y en esta o cualquier otra especialidad, los profesionales no pueden ir a cursos de formación dependientes del Ministerio de Educación y oficiales, siendo una de las reclamaciones históricas del sector.
C/ Ávila, 24 E 28804
Alcalá de Henares, Madrid
T+ 918 300 300
F+ 918 823 485
info@reynasa.com
www.reynasa.es