Las nuevas tendencias del cuidado del medio ambiente, junto a la normativa cada vez más restrictiva sobre emisiones contaminantes, marcan un horizonte en que el vehículo eléctrico tendrá mucho que decir. Por ello, los talleres deben empezar a prepararse para reparar este tipo de vehículos y conocer las precauciones de seguridad necesarias para evitar accidentes.
La demanda de talleres especializados en la reparación de vehículos eléctricos va en aumento, y previsiblemente crecerá aún más los próximos años. Para sumarse a esta tendencia, los reparadores deben conocer algunas particularidades necesarias para la reparación y el mantenimiento de estos vehículos, entre las que destacan las medidas de seguridad específicas para manipular los sistemas eléctricos.
Tal como explica la patronal Conepa, es fundamental que los especialistas en reparación reciban una formación e información adecuadas. No conviene olvidar que estos coches cuentan con circuitos eléctricos con tensiones que, en su mayoría, superan los 300 voltios.
De este modo, es básico que todo el personal que vaya a intervenir vehículos con propulsión eléctrica haya recibido previamente formación relativa a la manipulación de circuitos de alto voltaje, así como sobre los trabajos que se suelen realizar en este tipo de automóviles.
Antes de acometer los trabajos, es recomendable delimitar qué operaciones requieren que se desconecten las baterías de propulsión para disminuir al máximo los riesgos de manipular elementos sometidos a una tensión elevada. Si fuera necesario desconectar la batería, lo adecuado es asegurarse de que todos los componentes eléctricos del vehículo están apagados, además de desconectar el sistema de encendido y guardar la llave. También se debe señalizar debidamente la zona donde se va a realizar la reparación o mantenimiento.
Una vez realizados estos pasos, se puede desconectar el cable de masa de la batería principal de 12 voltios. Resulta conveniente también localizar y retirar el conector de servicio para evitar conexiones accidentales y poner en off el interruptor de la batería, si dispone de él.
Como la corriente puede no eliminarse inmediatamente, conviene esperar cinco minutos hasta que desaparezca la tensión del sistema eléctrico, así como aislar y separar los elementos desconectados o verificar la tensión en cada elemento que pueda ser conductor y que se encuentre en el lugar donde se vaya a realizar el trabajo.
Estas precauciones, junto a las que especifique el fabricante de cada vehículo, ayudarán a los profesionales del taller a minimizar los riesgos de trabajar con vehículos eléctricos.
El uso de equipos de protección individual adecuados para reparar vehículos con propulsión electrificada es fundamental para evitar riesgos. Algunos de ellos son las gafas de protección o pantallas faciales, los guantes aislantes de clase 0 o los pavimentos aislantes para realizar los trabajos sobre ellos. Eliminar elementos conductores como cadenas o pulseras también es importante, así como utilizar herramientas específicas aisladas.
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