El vehículo particular se ha convertido en el medio de transporte favorito de los conductores. Sin embargo, su uso no está exento de riesgos y realizar un adecuado tratamiento del interior de los coches será vital para garantizar la seguridad.
En los talleres de reparación, por ejemplo, han establecido estrictos protocolos que aseguran la desinfección de forma previa y posterior a una intervención. Así, refuerzan la confianza de sus clientes.
Entre los métodos más utilizados para realizar esta higienización. Los centros de reparación apuestan por el tratamiento de ozono, la limpieza de superficies y la fumigación con biocida.
¿En qué se diferencian? Lo hablamos en la entrada de hoy del blog de Reynasa.
Este método es uno de los más usados por las redes de talleres, ya que actúa sobre todos los rincones del interior del vehículo, sin apenas esfuerzo por parte del profesional, que simplemente tendrá que dejar en el interior la máquina o generador de ozono, activarla, cerrar las puertas y esperar el tiempo indicado por el fabricante de la herramienta. Es importante que los profesionales que lo empleen realicen correctamente el procedimiento y, tras ello, ventilen el habitáculo durante al menos cinco minutos.
Además, el Ministerio para la Transición Ecológica y del Reto Demográfico ha autorizado su uso, acabando en principio con la controversia sobre su eficacia contra el Covid-19.
Para llevar a cabo este procedimiento se utiliza un biocida con el que se desinfectan los puntos de contacto del conductor con el vehículo. Es uno de los métodos más sencillos y económicos, aunque a diferencia del ozono, hay zonas donde no es posible acceder para su correcto tratamiento.
El último tratamiento se basa en la fumigación durante un período de tiempo de un producto recomendado por las autoridades sanitarias, el cual se aplica en el habitáculo y tiene acceso a todos los rincones, sin necesidad de una ventilación posterior como en el caso del ozono.
En todo caso, el profesional del taller debe seguir un protocolo en la aplicación que determine el tiempo de fumigación establecido y en qué condiciones configurar el sistema de climatización durante la desinfección para lograr una correcta distribución del producto.
Se aconseja el empleo de biocidas que contengan peróxido de hidrógeno y ácido peracético, ya que estos resultan seguros para los empleados que manipulan estas soluciones y no requieren de un aclarado posterior.
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