La elección de las llantas de aluminio, implica menor consumo de combustible, una dirección más precisa y una mayor vida útil de neumáticos y frenos.
Si su mayor coste como equipo original del vehículo, siempre y cuando sea optativa su elección, compensa o no para el usuario, es algo que cada uno debe valorar en su medida. Pero quizá ayude a su elección algo que muchos conductores desconocen y es que las llantas de aluminio no son solo una cuestión estética. Hay más razones que aconsejan equipar al coche con este extra que no siempre viene de serie. Y aunque el factor de embellecer el exterior del turismo y hacerlo más deportivo seguirá siendo principal, hay otros motivos que vamos a descubrir en las siguientes líneas.
Las llantas son más ligeras
El segundo criterio de compra para elegirlas por delante de las ruedas de acero con tapacubos es el menor peso de las llantas de aleación, lo que al final redunda en un menor consumo de combustible. Cuantificarlo es difícil, por no decir imposible, como en cualquier otra comparativa de este tipo, porque no hay dos trayectos iguales y en exactamente las mismas condiciones. Pero a teórica igualdad de condiciones, se obtiene un beneficio en este sentido, al igual que a menor peso se necesita menos fuerza para mover las ruedas en aceleraciones y frenadas, así como en los movimientos de la dirección, que será mucho más precisa que en ruedas de acero.
La composición de aluminio implica, a su vez, otras dos ventajas con respecto al acero. En primer lugar, una mayor durabilidad y resistencia a los golpes, por lo que estas llantas se deforman menos y aguantan mejor la carga. Y en segundo lugar, al ser mejor conductor el aluminio que el acero, implica también una mayor vida útil tanto de los neumáticos como de los frenos, que se refrigeran con mayor rapidez que en ruedas de acero con tapacubos.
Sin peligro de oxidación
Es una de las razones por las que las llantas de aleación son mucho más vendidas en zonas costeras que en zonas de interior. El aluminio no se oxida como sí ocurre con las llantas de acero, por lo que la vida útil de las de aleación es muy superior a estas últimas. En definitiva, elegir llantas de aleación es mucho más que una cuestión estética. No es solo darle un aire deportivo al coche. Es mucho más.
