El invierno es probablemente la época más delicada en lo que a conducción se refiere, por la posibilidad de encontrarnos nieve y hielo en la carretera. Pero también en cuanto al mantenimiento del vehículo, porque las bajas temperaturas, sobre todo en el caso de ser extremas, suponen un desafío para muchos componentes mecánicos. Hoy día los automóviles están preparados para soportar condiciones de bajo cero, pero en el caso de sumar las bajas temperaturas a otros factores, tales como desgaste, antigüedad o falta de mantenimiento, puede derivar en averías comunes en esta época del año. ¿Cuáles son? Y, sobre todo, ¿cuánto cuestan? De ello hablaremos en la entrada de hoy del blog de Reynasa Recambios.
Una de las averías más costosas cuando se dan bajas temperaturas y el coche ha dormido a la intemperie tiene que ver con la rotura de conductos y manguitos del motor. Entre 1.000 y 1.500 euros puede suponer la reparación, en función de la cantidad de piezas que se hayan dañado como consecuencia de arrancar el motor en frío y ponerlo a un gran número de revoluciones rápidamente. La recomendación es calentar el motor al ralentí al arrancar el motor, con el objetivo de que los fluidos suban poco a poco de temperatura y la lubricación pueda hacer su trabajo.
Por supuesto, la batería es otro de esos elementos que requieren especiales cuidados en invierno. Su sustitución no es costosa, unos 200 euros en total. El problema viene de las consecuencias que acarrea, dado que en la mayoría de casos impide el arranque por completo del motor y puede ocurrir muy lejos de nuestro taller de confianza, requiriendo un servicio de urgencia de este tipo, ya sea independiente o del seguro.
Cualquier defecto en la luna puede agravarse con el contraste entre el frío exterior y el calor del habitáculo, produciendo fracturas de lunas en muchos casos. Y en cuanto a los neumáticos, más allá de disponer o no de cubiertas de invierno, la escasa profundidad del dibujo puede provocar que el coche derrape con mayor facilidad. Las lunas generalmente quedan cubiertas por el seguro. No así los neumáticos, cuya sustitución dependerá del número de ellos y de la calidad de cubiertas escogidas, siendo un presupuesto muy variable en este sentido. Por último, los diferentes líquidos tales como líquido refrigerante, del limpiaparabrisas, aceite, dirección o frenos son vitales en cualquier mantenimiento en invierno. Los tres últimos pueden costar unos 50 euros su sustitución, mientras que el del limpiaparabrisas es aún más económico. Sin embargo, de todos ellos el que más revisiones necesita es el líquido refrigerante. Su cambio apenas supone unos 70 euros, pero las consecuencias de su mal estado pueden ser fatales: porque un sobrecalentamiento del motor que origine la rotura de la culata puede implicar de 2.000 a 3.000 euros de reparación. Una avería no solo en el coche, sino también en cualquier cuenta corriente.
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