No es casual que la comercialización de pinturas y productos de pintado para talleres en formato de aerosol o spray se haya multiplicado en los últimos tiempos. Las ventajas de este tipo de productos para el taller son muchas, pero la principal es la comodidad de uso, puesto que no es necesario que el profesional del taller de chapa y pintura tenga que realizar ningún pesaje especial, mezcla alguna de diferentes pintura ni disponer de pistolas aerográficas o compresores de aire para llevar a cabo el mismo trabajo que con ellos. Eso sí, aunque los aparejos en spray resulten de una excelente ayuda para los profesionales del taller por su rapidez de aplicación, no se debe abusar de su uso, que debe limitarse únicamente a pequeñas reparaciones o retoques de anomalías.
El taller en general y los profesionales en particular se pueden beneficiar de las múltiples ventajas de este tipo de productos que están disponibles en uno o dos componentes. De hecho, así se clasifican. Pueden ser aparejos en spray monocomponentes, que son los más utilizados porque no requieren de volver a repetir el proceso de aparejado cuando aparecen pequeñas deficiencias. Así, aumentan la productividad y reducen la pérdida de tiempo.
Además, existen los aparejos en spray de dos componentes que, aunque son de un solo uso, mejoran notablemente la capacidad de sellado, de relleno y la resistencia de capa seca. Su coste también es muy interesante para los talleres, pues el precio de adquisición es sensiblemente menor que el de los aparejos lijables a pistola, aunque en proporción sí son más caros que los aplicados a pistola, en términos generales. Lo que es incuestionable es su rapidez de secado y que tampoco necesitan lijarlos antes de pintar. En la operación de aplicación, provocan también una menor pulverización. En contraposición, su capacidad de sellado, de relleno y de resistencia inferior a los formatos aplicados con pistola y no está recomendado su uso para aparejar zonas extensas o superficies que no estén perfectamente acabadas, en cuyo caso el resultado no será tan bueno como en pequeñas extensiones.
El aparejo en spray fue precisamente uno de los primeros productos que pasó del tradicional formato en lata al de aerosol, motivo también por el que está implantado a la perfección en los talleres de chapa y pintura, donde resulta un anexo imprescindible como complemento del tradicional aparejo lijable. Y un apunte: como cualquier otro producto en spray, se antoja básico seguir las instrucciones de uso y aplicación, así como tomas las precauciones necesarias para evitar riesgos laborales a los profesionales del taller.
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