La reparación de los paragolpes es una de las operaciones más habituales en los talleres especialistas en chapa y pintura. Por muchos motivos, pero en gran parte debido a que constituyen la primera línea de defensa del vehículo por lo que, ante cualquier impacto, su deformación está a la orden del día. Además, hay que tener en cuenta que los paragolpes son elementos que, al margen de la mencionada protección frontal, cumplen una función estética y en muchos vehículos hoy día están integrados en la carrocería. Sobre cómo afrontar la reparación de este tipo de piezas que tantos golpes recibe y, en particular, cómo trabajar el parachoques antes de meterlo en la cabina de pintura hablaremos en nuestra entrada del blog de Reynasa.
En primer lugar, el mecánico debe encargarse de trabajar todas y cada una de las imperfecciones que existan para que después no aparezcan tras efectuar el repintado. Desde las grietas a las virutas desprendidas o rayas, cualquier imperfección que no sea eliminada con rasqueta o con lijado con el grano adecuado se hará visible en el final del proceso, con las consiguientes pérdidas económicas, de tiempo y falta de productividad que ello conlleva.
A continuación, se requiere una limpieza en profundidad de todo el paragolpes, debido a los agentes desmoldeantes que se aplican en la fabricación de estas piezas. Para ello, lo primero es lavar con agua y jabón para eliminar cualquier resto o partícula de suciedad, para después limpiar el parachoques con disolvente especial para plásticos que, eso sí, no sea acetona. El tercer paso de la limpieza del paragolpes consistirá en emplear una pistola de soplado, con el objetivo no solo de acelerar el secado del mismo, sino al mismo tiempo eliminar cualquier resto de residuo que haya podido quedar.
El cuarto paso de la preparación para el pintado del paragolpes es la aplicación de masilla donde se requiera, producto que debe ser especial para plásticos. Finalizado el proceso de enmasillado, el mecánico deberá proceder a lijar nuevamente la superficie y dejarla lista para el proceso de imprimado, que tiene por objetivo facilitar que la pintura se adhiera fácilmente a las capas exteriores del plástico del paragolpes. En este paso, lo fundamental es seguir las recomendaciones del fabricante sobre cómo realizar la imprimación del producto correctamente. Por último, el paso previo a meter el paragolpes en la cabina de pintura es volver a lijar la superficie en función de la tipología color base que se vaya a emplear posteriormente.
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