El taller debe concienciar al conductor de que acuda lo antes posible cuando detecte pérdidas de aceite
El aceite es un componente fundamental para que el vehículo funcione de forma óptima. El taller debe concienciar al conductor de que acuda lo antes posible cuando detecte pérdidas de aceite, para que pueda determinar el origen de la fuga y evitar averías graves y costosas.
Entre las numerosas causas que pueden provocar pérdidas de lubricante, las más frecuentes son estas cuatro:
- Junta de culata. El coche puede perder aceite debido a un problema en la junta de culata, componente que evita que el líquido refrigerante entre en contacto con el aceite y se mezcle en la combustión. La reparación de la junta de culata es compleja y cara.
- Rotura de manguitos. Si se rompe un manguito o hay holgura en las juntas del tapón de llenado, de la tapa de balancines, en el conducto de la varilla de aceite, es muy posible que se produzca una fuga de lubricante. Esta avería es escandalosa, pero de poca envergadura.
- Golpe en el cárter. Un impacto en el cárter puede dañar el tornillo o la arandela que lo fija al mecanismo. Es una avería muy frecuente, pero es fácil de solucionar y barata.
Fugas en el turbo. El turbo siempre debe estar bien lubricado. Si hay una pérdida de aceite, puede indicar que está llegando al final de su vida útil.
