Estos acuerdos «desplazan la defensa del cliente en favor del ahorro de la aseguradora», pese a que el Código Civil afirma que se tiene derecho a la reparación íntegra del siniestro.
La relación entre los talleres y las aseguradoras sigue siendo tan necesaria como complicada en su día a día.
Presiones, bajo precio de mano de obra y peritaciones favorables siempre a los intereses de las compañías de seguros están a la orden del día. Pero a estos problemas se suma uno nuevo, denunciado recientemente por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y del que damos cuenta en el blog de Reynasa.
Se trata de las notables dificultades para obtener una indemnización justa en los siniestros del automóvil que tienen muchos conductores, teniendo como culpables a los convenios entre aseguradoras.
Es decir, el acuerdo por el que la propia compañía del perjudicado cubre los gastos, pese a ser culpable la otra parte implicada, desplazando así «la defensa del cliente en favor del ahorro de la aseguradora».
Cómo actuar si no cubren los gastos del taller
En el caso de que la indemnización por el siniestro no permita cubrir los gastos del taller ocasionados, la OCU aconseja que el asegurado rechace la oferta y solicite un incremento del importe. Para ello, es imprescindible una correcta argumentación dentro de los tiempos de plazo, algo que “suele dar buenos resultados” siempre que se siga el procedimiento:
- El parte a la aseguradora debe darse en un plazo de siete días tras el siniestro.
- Redactar otro documento donde se exija que se haga una oferta de la indemnización donde se aporten los datos en los que se basan.
- Si el importe ofrecido sigue siendo insuficiente, el asegurado debe dirigirse a atención al cliente con un escrito en el que se afirme que tiene derecho a la reparación íntegra del daño ocasionado por el siniestro según el Código Civil.
- Informar que hará uso de la garantía de reclamación de daños de la póliza para que un abogado pueda reclamar el importe justo,
- Y finalmente, que quiere hacer uso de medios como el coche de sustitución, alegando que cuanto más tiempo pase, mayor será el perjuicio que reclamará.
Plazo de un mes sin respuesta
En el caso de que la aseguradora no ofrezca respuesta durante un mes o no se cumpliera con las exigencias del asegurado,
- este debe dirigirse al Servicio de Reclamaciones de la Dirección General de Seguros (DGS),
- de forma que si la diferencia entre la cantidad que propone la aseguradora y la que exige supera los 2.000 euros,
- se recomienda contratar un perito que valore los daños. También puede pedir presupuestos en varios talleres.
El último paso sería ir a juicio haciendo uso de la cobertura de reclamación jurídica del seguro, aunque si se va a juicio, el asegurador tendrá que pagar el siniestro primero. Actualmente se tramitan más de 110.000 reclamaciones anuales, siendo un alto porcentaje las relacionadas con indemnizaciones escasas.