El embrague es una de las piezas de desgaste con mayor índice de vida útil. No obstante, existen casos en que es necesario cambiarlo. Entre las acciones que pueden dañar el embrague destacan someter repetidamente el vehículo a una carga pesada debido a la conducción frecuente con un remolque; y un sistema de gestión del motor defectuoso.
Algunos síntomas de avería son que el pedal del embrague esté más duro de lo habitual; que al pisar el acelerador el coche revolucione pero no acelere, y un ruido extraño u olor a quemado al acelerar.
El primer paso que debe dar el profesional ante un cambio de embrague es realizar un análisis completo de todos sus componentes, ya que es posible que no sea necesario cambiar el sistema por completo. Se trata de una actuación muy costosa tanto para el profesional (es necesario separar la caja de cambios del motor, lo que conlleva mucho tiempo de trabajo), como para el bolsillo del cliente.
Además, según apuntan desde ZF Aftermarket, es recomendable revisar los componentes circundantes en caso de desperfectos en el embrague, incluido el accionamiento del embrague, motor, volante y transmisión. Entre los diferentes componentes del embrague, es especialmente importante prestar atención al disco, ya que es la pieza que soporta la mayor carga, pues el modo de operación del embrague produce una abrasión mecánica. Para saber si está en buenas condiciones, es necesario comprobar que la desviación lateral del disco no supere el valor límite de 0,5 milímetros. Si fuera así, se puede corregir con una horquilla rectificadora.
Al instalar el disco de embrague, es fundamental comprobar que esté en la posición correcta, ya que, de no ser así, se podría dañar el disco, el estriado, la palanca de sujeción o incluso la transmisión: el margen de tolerancia entre el eje primario de transmisión y el estriado es de solo unas centésimas de milímetro.
Incluso una pequeña inexactitud durante la inserción del eje primario podría impedir la movilidad que después se requiere para desacoplar el embrague. Por su parte, el estriado se debe deslizar por el eje de transmisión sin ofrecer resistencia.
En cualquier caso, esta operación, por su complejidad, debe realizarse siempre en un taller especializado.
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