Uno de los componentes claves de las cajas de cambios automáticas es el líquido de transmisión automática, conocido en el sector como ATF. Este requiere de una revisión y un correcto mantenimiento de forma regular para evitar que pueda verse afectada la calidad y las propiedades del ATF y, en consecuencia, causar problemas en la caja de cambios, cuyas averías son realmente costosas.
No en vano, el deterioro del ATF puede originar no solo un problema de funcionamiento y de fiabilidad de la transmisión, sino averías mecánicas o eléctricas dentro del cambio.
Con la ayuda de los expertos de TCmatic, proveedor de Reynasa para esta especialidad, hablamos en la entrada de hoy de cómo verificar el nivel y el estado del ATF.
Como cualquier otro componente, la caja de cambios tiene una serie de recomendaciones realizadas por los fabricantes en lo que a su mantenimiento se refiere.
Por ejemplo, un uso habitual por ciudad es más dañino para la caja de cambios que si se realizan con mayor frecuencia viajes largos.
La revisión del nivel de ATF, al igual que el nivel de aceite de motor, es fundamental para asegurar su buen funcionamiento. Así, dependiendo del tipo de cambio automático, el sistema para comprobar el nivel varía, pudiendo haber tres procedimientos:
Como paso previo a lo anterior, el mecánico debe asegurarse de que se ha hecho una precarga de ATF dentro del cambio. Es imprescindible que nunca se arranque el motor del vehículo con el cambio vacío o con un nivel de ATF muy por debajo del que debería tener.
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